Microsoft ya ha dado la prueba definitiva de que ha dejado de apoyar al accesorio de Xbox One, el Kinect. Esa prueba es la falta de puerto especifico para conectarlo en su nueva versión de consola, la Xbox One S.
Después de mostrar las especificaciones y mostrarla físicamente en el E3, ha informado de que hay un puerto trasero de formato USB que será donde tendremos que conectar un adaptador para instalar nuestro Kinect.
Este adaptador no se comprará en principio y se podrá conseguir rellenando un formulario en la pagina oficial, aquí. Esta es la prueba de que Microsoft tiene claro que no va a perder dinero regalando estos adaptadores dado que son muy pocos los que piensen tener este accesorio ya olvidado en la nueva versión de la consola.